lunes, 12 de diciembre de 2016

La muñequita comestible

Ella es deliciosa. Es linda y atractiva. Cualquiera que la contemplara se maravillaría por su belleza. Lleva consigo diferentes bolitas de colores. Su tamaño y morfología varía según de dónde provenga. Pero lo que siempre lleva intacto es su ritualidad. Acompaña la nostalgia de los vivos y mantiene latente el recuerdo de los muertos. Así es ella. Reduce la brecha ínfima que existe entre el mundo de los vivos y de los muertos, alimentando su proximidad.

Aquel martes 1° de noviembre, ella llevaba puesto una faldita de color negro. Tres franjas blancas bordeaban su indumentaria. También, tenía consigo un sombrerito, acompañado por un listón del mismo color que su traje. Andaba acompañada. Una mujer la llevaba entre sus brazos. Subía y bajaba. Daba vueltas. Parecía que se había perdido por los interiores del cementerio Santa Rosa, ubicado en Chorrillos.

Hubo un instante en que ambas se detuvieron. Se aproximaban cada vez más a uno de los nichos. La mirada de la mujer se mantuvo fija. El brillo de sus ojos se intensificaba más, conforme se acercaba a dejar un ramo de rosas artificiales cerca al nicho. Quieta y serena. Sacó un pañuelo de su bolsillo y se secó las lágrimas que le caían sobre sus mejillas.

Después de ello, Elisa de, aproximadamente, 60 años cogió a su compañera y le arranchó una de sus extremidades. La observó y se la comió. Luego, dejó el cuerpo de la muñeca comestible en la orilla del nicho. Y es así que el lecho de su esposo Antonio cobijaba las rosas blancas y conservaba aquel pedazo de wawa, que tenía la forma de una niña con rasgos andinos.

Elisa es apurimeña. Realizó un viaje de 16 horas, para visitar la tumba de su esposo. Compró las rosas en las afueras del cementerio. ¿Y la wawa? La preparó con sus propias manos, aprovechando su estadía en una de las casas de sus 3 hijos que residen en Lima.
Este delicioso pan fue elaborado en base de harina de trigo, huevos, manteca y canela. En el proceso de la fusión de estos ingredientes, la masa iba obteniendo diferentes formas.

Según Elisa, las wawas apurimeñas se caracterizan por representar a mujeres, varones y animales. En ocasiones especiales, como en el día de los muertos, cada manjar viste una indumentaria distinta.

Pero todo no se queda en la preparación. De acuerdo a la tradición, las wawas sirven como encomiendas para los seres queridos que partieron de este mundo. Es por ello que diferentes personas, especialmente las que pertenecen a la serranía peruana, llevan consigo estos alimentos para ofrecerlos y compartirlos con sus muertos.

Incluso, esta actividad suele ser acompañada por música y bebidas alcohólicas. La jarana se inicia con las palabras de los familiares. Luego, los presentes comparten las wawas. Esto con la finalidad de memorar con regocijo los mejores recuerdos de sus difuntos.


Unidos en un solo ambiente, compartiendo las mismas memorias. Así como Elisa, existen miles de personas que recuerdan de esta manera a un ser querido. En particular, las wawas se convierten en el nexo entre los vivos y los muertos. Ofrecen su dulzura para reducir la melancolía de los vivos y aumentar el recuerdo de las personas que partieron. La belleza y la exquisitez de estas muñequitas comestibles rompen por un instante la barrera existente entre ellos.

jueves, 27 de octubre de 2016

El hombre detrás de las lomas de Lúcumo

El color gris de Lima se va transformando conforme se acerca la temporada de invierno. Entre junio y octubre, las laderas de los cerros se cubren de un manto verdoso, gracias a la humedad de la neblina y a las garúas de la estación. Un espacio perfecto para el crecimiento de vegetación y el descubrimiento  de nuevos seres vivos. Este fenómeno se denomina loma costera. Un atractivo natural que deja maravillado a cualquiera que lo contempla.

Las lomas de Lúcumo
El color opaco de los cerros se transforma a un verde esperanza durante este periodo, formando 70 mil hectáreas de biodiversidad. Unas 150 hectáreas de ellas lo conforman las lomas de Lúcumo, considerada el primer ecosistema frágil del Perú. Este lugar se ubica en el distrito de Pachacamac.

Además de contemplar el verdor de su naturaleza, se puede apreciar varias morfologías en sus rocas. Tal es el caso del "Cuy"
Las lomas de Lúcumo están bajo la administración y el mantenimiento de los pobladores de la comunidad de Quebrada Verde, lugar que tiene más de 3 mil habitantes. En la actualidad, cerca de 350 personas están involucradas de manera directa con la conservación y la revalorización de este ecosistema. Sin embargo, hace más de 15 años, sus residentes no apostaban por su preservación.

“Es un cerro más…”, “Qué beneficios traerá al pueblo de Quebrada Verde…”, “Es una pérdida de tiempo…”, aseguraban años atrás algunos vecinos de la comunidad. Pero había una persona que tenía otro pensamiento. Jacinto Mendoza miraba con otros ojos aquel “cerro”.

En ese entonces, la comunidad de Quebrada Verde atravesaba un déficit económico. Los trabajos que ejercía la población, como la ganadería y el pastoreo, ya no rendían como antes. Por eso se debatió sobre cómo sacar adelante a la comunidad. Jacinto consideró que la preservación y promoción de las lomas de Lúcumo era la única solución.

Y así fue. Jacinto inició su sueño. A pesar de no tener el apoyo total de su comunidad, apostó por la conservación de las lomas. Esta decisión le generó varios conflictos, incluso en su hogar. Recuerda que estuvo a punto de separarse de su esposa. Pero, inmediatamente desborda una sonrisa al decir que ahora, ella está más involucrada que él.

Estaba a punto de separarme de mi esposa por formar parte de las lomas. Incluso no le dedicaba mucho tiempo a mis hijos. Esto llegó a involucrar a toda mi familia (…) Pero ahora, mi esposa está más dedicada en las lomas que yo”, expresa alegremente Jacinto.

El hombre de, aproximadamente, 45 años asegura que el principal motor que tiene para la conservación de las lomas es su deseo de mantener este espacio natural en el futuro. Cuenta que desde muy pequeño iba a las chacras con su padre, para obtener alimentos. “En ese entonces, todo era verde. Ahora es distinto. Tengo miedo de que todo se pierda”, expresa con voz pausada.

Jacinto Mendoza. Fuente: Rumbos
El sendero de Lúcumo

En 1996, la conservación de este ecosistema se empieza a trabajar a través de un plan de desarrollo y ordenamiento territorial. Jacinto y sus demás compañeros trabajaron de manera ardua para poder diseñar el proyecto que pondría en marcha la preservación y promoción de las lomas. Fue una tarea compleja pero lograron hacerlo, gracias al grupo GEA y la ONG Manuela Ramos, que ayudaron a la elaboración del proyecto.

Al inicio no contaban con dinero suficiente para el desarrollo de su proyecto. La municipalidad tampoco los apoyó. Por esta razón se empezó a manejar contactos externos, logrando la inauguración del circuito de las lomas en agosto del 2003. Y es así que después de varios años, Jacinto pudo ver el primer fruto de su perseverancia y esfuerzo.  

A pesar de las dificultades, Jacinto logró su cometido. Siente que dio todo de él para que esto funcione. Y tiene mucha razón. Fue una de las pocas personas que apostó por la preservación de las lomas.

“Las lomas son mi vida. Si las lomas desaparecieran, yo debería morir. He dado mi vida para que esto pueda funcionar. Más adelante, mis hijos podrán decir que esto es legado de su padre. Una persona que persistió”, finaliza Jacinto con un brillo en los ojos.


Actualmente, cada inicio de la temporada del invierno se celebra. Varios integrantes de Quebrada Verde y el público en general se reúnen para realizar un tributo a la tierra, con la finalidad de agradecer a la pachamama y pedir un buen comienzo en el periodo de lomas.

La apacheta. Cada visitante deja una piedra como agradecimiento a la tierra.

jueves, 20 de octubre de 2016

La unión intercultural entre China y Perú

Es domingo. El reloj marca las 10 de la mañana y el sol comparte su calor. Es un buen día para poder disfrutar en familia o dar un paseo por los lugares aledaños de nuestra ciudad. O mejor aún, poder disfrutar de las exposiciones culturales que nos ofrecen los museos.

Soldados de Terracota, China
El espacio es muy amplio pero está casi vacío. Solo se observa a un grupo reducido de 5 turistas, liderado por una de las guías del Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia del Perú. Quizás la poca afluencia sea por la hora. Pero esto pasa a un segundo plano cuando empiezas a recorrer todo el lugar. El recinto está lleno de misticismo. Tiene la capacidad de retroceder décadas y trasladar a las personas a un lugar distinto al actual.

Cada pasaje está ambientado de acuerdo a las culturas que precedieron a la República del Perú. Desde la cultura Paracas hasta llegar al imperio incaico. Todo el bagaje cultural expuesto en los interiores de un solo museo. Cuando se cree haber terminado el recorrido, te percatas que el trayecto sigue. Pero esta vez con un toque oriental.

En el pasadizo trasero de la sala de la exposición del Tahuantinsuyo se observa algunos adornos tradicionales chinos. Los farolitos de color rojo con amarillo cubren la parte superior del tramo. Son como una especie de nuevos guías. Sigues su orden y te trasladas a otro espacio. Sin  duda, te encuentras en la unión de dos culturas. Tal y como lo indica el nombre de esta exposición.

La muestra se denomina Dos Culturas Unidas por el mismo Océano: Exposición de Reliquias Culturales Chinas en el Perú. En ella se contempla un sinnúmero de los fascinantes trabajos de arte, principalmente, hechos en jade.


Porcelanas de decoración, pertenecientes a la Dinastía Qing 

Dragón hecho en bronce de oro. Arte realizado por la Dinastía Tang
Esta exposición ofrece, alrededor, de 120 reliquias de la cultura China. Una población que alcanzó su mayor esplendor cultural mientras que en Perú se iniciaba la primera civilización en América, la ciudadela de Caral.

El misticismo inicial cobró mayor intensidad al observar la sala llena de personas. Todas mirando a una sola dirección. Muchas de ellas lucen asombradas. ¿La razón? Tres piezas de los soldados de Terracota, que fueron encontradas en la tumba de Qin Shi Huang, primer emperador de China. Un hecho similar que ocurría con el señor de Sipán. Ambos enterrados con sus pertenencias y miembros militares, para seguir prevaleciendo y defendiendo lo suyo hasta el “más allá”.


Sin duda, el mensaje que nos deja esta exposición es la gran similitud que tuvieron China y Perú. No solo en el arte, sino en las costumbres de sus pobladores. Queda claro que no solo están unidos por el mismo océano, sino también por una ferviente creencia e interculturalidad. 

jueves, 6 de octubre de 2016

“¿Una sociedad sin recuerdos?”

Bajo esta premisa se desarrolla “Pasaporte para un artista 2016”, el XIX concurso nacional de artes visuales
Maquinaria para el olvido de Carlos Risco
La fusión de la memoria y el arte. El concurso nacional de artes visuales “Pasaporte para un artista 2016” reúne los trabajos de once artistas. Por segunda vez consecutiva, las obras están basadas en la importancia de la memoria ante el conflicto armado interno.

Este certamen fue creado en 1998 por la Embajada de Francia en Perú. Este año llegó a su decimonovena edición, dando oportunidad a artistas peruanos emergentes en el rubro de las artes visuales.

“La construcción de la memoria, las gramáticas del recuerdo, y sus implicaciones en contextos sociales marcados por violencias, formas de opresión y confrontación política, étnica, entre otras, vienen consolidándose hace ya algún tiempo como interés académico, social, cultural y artístico…”, señala el curador Nicolás Tarnawiecki al inicio de la exposición.

Los pasajes de la muestra presentan obras de diferentes categorías. Desde proyecciones audiovisuales hasta esculturas. Cada una de ellas con el sello de la concientización y recuerdo de las consecuencias que trajo consigo el terrorismo.

Paisaje reservado de Lesly Egusquiza

Lecturas del monumento caído de Jorge Maita

Entre las obras más visitadas se encuentra el espacio del videoinstalación de Uku Mayu/ Ríos Profundos. En ella se escucha el cantar de dos mujeres, pertenecientes a la comunidad campesina e indígena. Y la obra “Los varios Perú”. En ella se plasma las diferentes opiniones sobre el origen de los grupos subversivos en nuestro país.

jueves, 22 de septiembre de 2016

Lima de antaño en un solo espacio

La galería municipal Pancho Fierro ofrece una colección de 132 muestras de pinturas en acuarela. En los cuadros se representa la cultura antigua de Lima.


Costumbre y color. La galería municipal de Pancho Fierro abre sus puertas para mostrar la exhibición de la muestra pictórica “Tipos y costumbres de antaño”. En ella se presenta una colección de 132 cuadros en acuarela, pintados por Francisco Fierro Palas, popularmente llamado Pancho Fierro.

La exposición tiene 6 divisiones. Cada una de ellas representada por personajes que dieron origen a los momentos más significativos en la Lima antigua. Todas están ambientadas en la Lima virreinal y republicana.

La primera división se titula Las fiestas del año con el pincel de Pancho Fierro. En ella se comparte las pinturas de Pancho Fierro con los manuscritos de Ricardo Palma, graficando y describiendo la celebración del 28 de julio, el baile de la zamacueca y la danza de pallas.



La segunda parte se titula Escenas de la calle. En esta sección se representa el fusilamiento público de una persona y el agrupamiento de varios personajes. En Vida cotidiana interior, se muestra las actividades hogareñas que se realizan en una casa. Desde la siesta de una mujer hasta un compartir en un comedor.




Un sereno, un panadero y una platanera son algunos de los personajes que se contemplan en la sección de Tipos de antaño. Las figuras del mundo clerical están representadas en el grupo Religiosos. Y, finalmente, la sección de Colegiales y militares muestra diferentes facetas de los servidores de la patria.





Vale recordar que esta muestra acoge al público en general de martes a domingo. El horario es de 10:00 a.m. a 8:00 p.m. El ingreso es gratuito. Y se admiten las fotografías, siempre y cuando se desactive el flash de la cámara.    


sábado, 17 de septiembre de 2016

El tesoro intercultural del Mercado Nº 1 de Surquillo

El reloj marcaba las 9 de la mañana. Conforme las perillas avanzaban, un sinnúmero de personas se juntaban en un solo espacio. Algunas de ellas estaban acompañadas. Otras preferían seguir el curso del tiempo de manera independiente. Unas estaban alegres. Otras, preocupadas. Sus estados de ánimo pasaban a un segundo plano cuando se dirigían a los puntos claves del tesoro intercultural que guarda cada puesto del mercado Nº 1 de Surquillo.

Entrada del Mercado Nº 1 de Surquillo
El color de las frutas, el agradable aroma de los vegetales y el exquisito sabor de la comida -como recién hecha en casa- dan la bienvenida a todas las personas que se concentran en este espacio. En ese momento, ellas comparten un solo sentir: disfrutar de la diversidad del lugar.

Para empezar la jornada del día, la señora María de, aproximadamente, 40 años brinda a sus comensales dos deliciosas opciones. Una es la potente sopa blanca y la segunda, un suculento caldo de gallina. Estos platos son preparados por las manos ayacuchanas de esta mujer.

María vive en Lima desde que tenía 16 años. Dejó la tierra de Vilcashuamán para obtener una  mejor calidad de vida. Este objetivo lo está cumpliendo al lado de su pareja e hijas quienes la ayudan en la venta de comida en su stand llamado “Juguería Jimena”, ubicado en el puesto 29 del mercado.

Hace un año, María se libró de las cuotas mensuales del alquiler del puesto. Ella logró comprar la tienda. Su esfuerzo y constancia se refleja en sus potajes que, sin duda, son los indicados para obtener la energía necesaria para seguir recorriendo el lugar.

A unos puestos se encuentra una señora que selecciona y ordena las frutas de manera cuidadosa. Su nombre es Reina y es chiclayana. Ella tiene más de 50 años vendiendo frutas en el mercado. En su puesto hay una gran variedad de estos productos. Se puede encontrar desde las más conocidas, como las uvas, hasta las más exóticas. Un ejemplo de estas últimas es la pitahaya, una fruta rica en vitamina C. Su precio es de 38 soles el kilo.

Fruta Pitahaya
Según Reina, la pitahaya es una fruta con gran potencial curativo. Asegura, también, con mucha alegría que los higos que ella vende pertenecen a su localidad. Y que son únicos en todo el mercado.

Su entusiasmo se desvanece al recordar que el centro de abastos ha perdido una de sus esencias: la festividad. Ella afirma que desde hace mucho tiempo no se celebra el aniversario del lugar. Que muchas personas se han olvidado de la alegría y la unidad que antes las caracterizaban. Solo le queda evocar las imágenes en las que se divertían y organizaban para celebrar a lo grande un año más de fundación.

A los exteriores del mercado se observa a una mujer que va hilvanando diferentes prendas. Su nombre es Giovana. Ella ofrece artesanía y tejidos. Los colores llamativos que utiliza para la confección de sus productos guardan mucha relación con su procedencia. Esta huancavelicana junto a su niño de, aproximadamente, 6 años viene al mercado todos los fines de semana. Ambos hablan en quechua de manera espontánea, un hecho que cautiva a cualquier transeúnte que los escucha.

Giovana. Artesana huancavelicana
Giovana, quien apenas puede hablar bien el castellano, comenta que se traslada desde Ate hasta Surquillo por la represión de los serenos. Afirma que no la dejan trabajar en los mercados de su distrito y que la botan. Esto no le permite llevar un pan a su mesa. Por eso prefiere movilizarse y trabajar en otros lugares.

Así como María, Reina y Giovana existen más personas que se dedican a vender productos en diferentes centros de abastos del Perú. Cada una de ellas coloca su sello de origen en cada objeto que ofrecen.

El mercado Nº 1 de Surquillo tiene más de 70 años acogiendo a diferentes personas de diversos puntos del país. También recibe a extranjeros, quienes se quedan impresionados por toda su riqueza. Este mercado no es reconocido únicamente por la calidad de los  productos que ofrece, sino por el gran bagaje cultural que conserva en cada rincón de su establecimiento. Un tesoro que cualquier persona quisiera conocerlo.


Para hallarlo es necesario contar con un mapa y una buena dosis de motivación. La primera herramienta permite orientar y guiar qué sendero continuar. Y la segunda, a persistir en el trayecto. Eso es lo que demostraron los tres personajes mencionados.

domingo, 19 de junio de 2016

La informalidad latente de Perú

Tres de cada cuatro empleados en el Perú labora en situación de informalidad. Según los últimos datos publicados por el INEI (Instituto Nacional de Estadísticas e Informática)


Un silbido al unísono genera la angustia de los ambulantes informales del emporio comercial Gamarra. Esta inquietud despierta la atención de cualquier persona cuando se dirige a los alrededores de este centro comercial.

El ambiente se torna denso y preocupante al ver que cada uno de ellos toma consigo su mercadería y lo esconde de un tenebroso y ruidoso monstruo de cuatro llantas.  A cada paso que da este personaje, los ambulantes pretenden refugiarse en la galería más próxima para ellos. Cargando su mercadería, ellos corren sin cesar hacia sus guaridas para desviar la mirada y el decomiso de sus productos.

Para los ambulantes, este monstruo es el camión de la Municipalidad de La Victoria que con la ayuda de la Policía del mismo municipio intentan erradicar el comercio informal en los alrededores del emporio comercial Gamarra.

Decenas de los ambulantes logran camuflarse y proteger sus pertenencias. Pero otros, no corren con la misma suerte. Los que no logran escapar de las redes de este monstruo, son llevados al Área de Fiscalización y Control de la Municipalidad de La Victoria, donde su mercadería queda almacenada y decomisada. Para que un ambulante pueda recuperar sus pertenecías, debe pagar una multa que oscila entre 120 a 180 nuevos soles.

En un rango de aproximadamente de 3 horas, el camión retorna a su función. El silbido vuelve a ambientalizar las calles del emporio comercial, alertando a cada uno de los ambulantes. Con el pasar de las horas, el éxodo de los informales se repite una y otra vez. Pero, cuando el transporte municipal  no está a la vista, los comerciantes retornan a sus puestos e inician con la exhibición de su mercadería mediante bolsas de plástico de color azul, parantes de fierro o maniquíes para lucir sus productos.

LA RAZÓN DE SER AMBULANTE
A un extremo de los exteriores de la galería Centro de Gamarra, trabaja una mujer vestida con una chompa de lana de color plomo y un buzo azul marino, quien lleva consigo diferentes bolsas de diversos tamaños y colores. Esta mujer grita con voz enérgica al unísono: “Lleve, casera, lleve bolsas.”

Por el otro lado está una de sus compañeras. Esta joven de aproximadamente 30 años de edad no vende bolsas. Ella se encarga de endulzar la vida de las personas que van de compras a Gamarra, vendiendo galletas dulces, gomas de colores y chocolates. Sus productos son expuestos entre cajas de cartón.

A pesar que ambas se dedican a la venta de diferentes productos, ellas comparten una misma razón de ser: ambulantes. Ambas mujeres son unas de las centenas de ambulantes que trabajan en las zonas aledañas del emporio comercial Gamarra, quienes desde muy temprano salen de sus casas para vender su mercadería. Ellas están llenas de vida y de sueños para poder sacar adelante a sus familiares.
Ellas aseguran que el desalojo les traerá graves consecuencias y piden a las autoridades que les apoyen ya que no están robando, solo trabajan para sus familiares.

ÁMBITO SOCIOLÓGICO
Para el sociólogo Manuel Negreiros Criado, el comercio ambulatorio es la expresión de un país pobre, el cual está relacionado a la incapacidad de un Estado para crear recursos que el ciudadano/a necesita.
Según este especialista, los ambulantes son la mano de obra no calificada y representan un drama nacional porque ellos forman el comercio informal en respuesta de una necesidad.

“Los ambulantes ya no salen a buscar un empleo porque saben que no lo van a conseguir. Ellos no esperan nada del Estado. Ellos buscan de mil maneras un ingreso para salir adelante.”, aseveró Negreiros Criado.

Asimismo señaló que este fenómeno social se debe trabajar con pinzas. Aseguró que el Municipio Local y el Ministerio del Interior no realizaron un estudio de impacto social sobre este tema, asegurando que solo se preocupan en el ornato más no en la seguridad ciudadana.

“Se debe elaborar un estudio de impacto ambiental para que de acuerdo a ello, se ejecuten estrategias. El Municipio Local y el Ministerio del Interior no analizaron el lugar en dónde se les puede reubicar y no perjudicar a los ambulantes ni a las zonas que irán.”, sentenció este sociólogo.

Por otro lado, resaltó que para que haya mejores ciudadanos, el Estado debe mejorar la calidad educativa para que estos tengan una buena capacidad adquisitiva y mejores fuentes de trabajo para  ingresar al PBI.
"El Perú avanza pero solo para unos sectores. El Estado debe usar una estrategia para orientar a los comerciantes informales, para que los guie y no cometan atropellos. Mientras no hay empleo, mientras que el Estado no genere empleo, no se erradicará el comercio informal.”, finalizó el especialista.

LA INFORMALIDAD EN AUMENTO
Según los reportes del economista Jaime Saavedra, en 1990 un 48% de la fuerza laboral de Lima trabajaba en la informalidad. Para 1996 había subido a 52%; con un crecimiento promedio anual de 4.8%. En el mismo período, en el Perú urbano, la informalidad pasó de 49% a 55.4%; creciendo a un ritmo de 5.9% cada año.
¿A qué se debe el incremento de la informalidad en nuestro país? El problema radica desde los engorrosos trámites burocráticos hasta la idiosincrasia de los/as peruanos/as. Es increíble que para tramitar una licencia de apertura de un nuevo negocio se tiene que pasar por una serie de trabas burocráticas. Que en vez de incentivar y estimular a la ciudadanía a pertenecer al marco formal, los obliga a sumergirse a la informalidad.
“Mientras en el Perú se toman 90 días para poder construir una empresa y US$500, en Chile toma cinco días y medio y poco más de US$50, es mucha la diferencia. La mayoría de las trabas pasan por el pedido de excesivos documentos y altos costos para hacer los trámites”, mencionó Hernán Lanzara, director institucional de CCL (Cámara de Comercio de Lima) a una entrevista para el diario Gestión.
Una de las principales consecuencias de la informalidad es la evasión de impuestos y el desequilibrio de la Caja Fiscal. Asimismo los/as informales no pueden gozar de los mismos derechos que ofrece el Estado al sector formal.

Queda claro que para fomentar la formalidad en nuestro país es necesario reducir las trabas estatales y educar bien a los/as peruanos/as. Las estrategias que se deben emplear tendrían que basarse de acuerdo al nivel sociocultural de cada persona. La negociación es elemento clave para lograr un mejor porvenir en nuestro país.

El último eslabón de la cadena de la violencia contra las mujeres

Desde el 2015 hasta abril de este año se registró 408 casos de feminicidios y tentativas en el Perú. Lima es el departamento con mayor índice de estos asesinatos.


La misma boca que juró “amarla por siempre” se transformó en la herramienta para comenzar su violencia. Las mismas manos que alguna vez la acariciaron fueron el arma principal para terminar con su vida. Desde los insultos hasta los golpes. Así se da el inicio a la escala de violencia contra la mujer, terminando en el feminicidio.

De acuerdo al Plan Nacional contra la violencia hacia la mujer, el feminicidio es el asesinato de mujeres en condiciones de discriminación y violencia basada en género. Es importante esclarecer que el feminicidio no debe ser considerado como un “crimen pasional”. Este acto de violencia pretende incidir en lo político para hacer conciencia en la sociedad e influir en las autoridades para su reconocimiento, incluyendo la responsabilidad del Estado.

Se debe tener muy en claro de que los celos, el control, las patologías y el acoso no son las razones por las que se comete este tipo de asesinatos. Ni mucho menos deben servir como justificaciones para explicar cualquier tipo de violencia.

CIFRAS ESCALOFRIANTES
Según el informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), publicado en el 2014, el Perú ocupa el segundo lugar por feminicidios en Latinoamérica.
Durante el 2015 se denunciaron 293 casos de feminicidios y tentativas, según los registros del MIMP (Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables). En lo que va del año –abril- se visibilizaron 115 denuncias. De los 115 casos registrados en este año, el 71% de feminicidios y tentativas se produjo en la zona urbana del país. Las regiones con mayor índice son Arequipa, Cusco, Huánuco, La Libertad y Lima.

¿POR QUÉ EL FEMINICIDIO DEBE INCIDIR EN EL MARCO POLÍTICO?
Muchas personas creen que la política y la democracia se ejerce cada 5 años, cuando se elige al nuevo/a mandatario/a. Esta concepción está errada. Debido a que la política se practica desde el diseño de las normas de convivencia en un lugar determinado, como en una casa, hasta la promulgación de una nueva ley.

Lo personal es político. Cualquier tipo de injusticia y violencia debe ser sancionada. En este caso, cada asesinato debe visibilizarse y ser llevado a la agenda pública para que el gobierno tome cartas en el asunto para erradicar o menguar esta problemática.

De acuerdo al Código Penal, el asesino que haya tenido un lazo de parentesco o sentimental, puede tener una pena privativa de libertad no menor de 15 años. Y si es la pareja de la víctima, la prisión será no menor de los 25 años. ¿Acaso la vida de estas mujeres se recuperará en este lapso de tiempo? ¿La prisión dictaminada podrá menguar el sufrimiento de la familia de la víctima? En nuestro país, el acusado solo puede ser condenado a cadena perpetua, siempre y cuando se corrobore que la víctima fue violentada sistemáticamente hasta llegar al feminicidio.

Las cifras y el marco legal presentados son alarmantes. Hace mucha falta de iniciativa política para que el Estado respalde a la ciudadanía. Es inverosímil que los candidatos que pasaron a la segunda vuelta no hayan enfatizado en temáticas políticas de género, como es el feminicidio y la erradicación de violencia hacia la mujer. Tal parece que solo lo manifiestan cuando se visibiliza una muerte más. Una muerte que se va acumulando e ignorando con el pasar de los años.

Debemos tener en cuenta que la economía no es el único tema para la agenda política. Es nuestra obligación proponer e inculcar una educación libre de violencias. ¿Cuándo entenderemos que todo ser humano vale por la calidad de persona y no por el género? Esperemos que pronto.

Diversidad cultural y comunicación para una educación intercultural

La diversidad cultural abarca numerosos factores como cultura, normas de vida, cosmovisión, diversidad geográfica, lengua, composición demográfica, interacción con la sociedad y ordenamiento jurídico. Perú no escapa de ello, ya que es considerado un país pluriétnico, multicultural y plurilingüe.


La riqueza cultural de sus tres regiones (Costa, Sierra y Selva) se manifiesta de manera independiente. Cada una de ellas presenta sus propias características culturales, económicas y políticas. Pero, ¿por qué siendo tan ricos en diversidad cultural, aún se margina las lenguas maternas en nuestra sociedad? Esta es la premisa por la que parte este ensayo, para analizar qué factores intervienen en la educación intercultural en nuestro país. En los siguientes fragmentos, mencionaré puntualmente estos términos: identidad cultural, educación bilingüe e interculturalidad. Asimismo, recalcar el valor fundamental de la comunicación para la propagación y articulación de diferentes culturas, que sin duda, es benéfica para fortalecer  la equidad nacional.

IDENTIDAD CULTURAL
Según SERVINDI (Servicios de Comunicación Intercultural), la identidad cultural es el conjunto de rasgos que dan el tono peculiar y característico a una cultura, constituyéndola como una unidad diferente. Esta expresa la manera de ser o pertenecer a un pueblo y estar en el mundo; está formada por la cultura, la tradición y la lengua.

En 1995, la mayoría de los países latinoamericanos reconoce su condición multilingüe y pluricultural y la necesidad de establecer lineamientos de política educativa para la interculturalidad. Lo que implica incluir en los currículos de estudios, además del componente lengua, el componente cultura que abarca los conocimientos, saberes, cosmovisión y otros rasgos propios a cada pueblo.

Partiendo de lo mencionado, se puede destacar la relación de educación bilingüe, interculturalidad e identidad cultural. Por eso es necesario mantener la lengua materna para garantizar la transmisión de los valores sociales y culturales de los/las niños/as, afirmando su identidad cultural y su pleno desarrollo. Asimismo generalizar y garantizar una educación básica bilingüe intercultural para que se incluya a los/as habitantes de lenguas ancestrales en las ciudades.

EDUCACIÓN BILINGÜE
Perú es una nación plurilingüe. En él coexisten 44 lenguas, siendo el castellano la lengua de comunicación nacional; 40 lenguas amazónicas (aguaruna, ashaninka, shipibo, cashivo, nomatsiguenga, yanesha, etc); tres lenguas andinas, el quechua, aimara y el jacaru, todas ellas agrupadas en 17 familias lingüísticas, de acuerdo SERVINDI. A pesar de ello, esta característica no cumple  su rol principal que es la revaloración y la perennidad en el tiempo, ya que en la mayoría de las escuelas no existen currículas  que permitan una educación con la lengua originaria.

Ante la ausencia del Estado, los/as niños/as que cursan los colegios manejan códigos muy distintos a los de su contexto sociocultural. Los materiales, como los libros, de los/as niños/as de provincia presentan imágenes y gráficos que escapan de su realidad. Incluso, no existe un reforzamiento de su lengua madre. Hay una supremacía en el manejo del castellano, dejando a segundo plano sus lenguas originarias.

Por esta razón, es muy importante que los/as niños/as aprendan a leer y escribir en la lengua que saben hablar, de lo contrario solo aprenderá a dibujar y representar las letras de manera mecánica. También es necesario que los materiales que se empleen para el aprendizaje de los/as niños/as registren características y bondades que presenten su entorno social. Para ello, se propone una educación intercultural con la finalidad de incluir todas las riquezas culturales en nuestro país y fomentar una mejor preparación en las aulas.

INTERCULTURALIDAD
La exclusión y discriminación no solo se viven en las escuelas, sino también en otros ambientes como las calles, lugares públicos, y familia. El solo hecho de cuestionar y juzgar las capacidades y costumbres de otra persona por no compartir características semejantes a la nuestra, ya se está fomentando este tipo de desigualdad.

Ante este tipo de exclusión se suma las deficiencias políticas sociales. Un ejemplo clave de ello es el bajo porcentaje de las mujeres indígenas al acceso de educación superior. La información deficiente y malas estrategias provocan el aislamiento de la población.

Para combatir esto se plantea el empleo de la interculturalidad. Este término determina cuán relacionadas e interactuadas están los diferentes componentes de nuestra cultura. Su objetivo central es la inclusión y prevalecimiento conjunto, para vivir en forma armoniosa en su solo espacio, pero respetando la cultura y la cosmovisión de los/as demás. Con el fin de construir una sociedad plural basada en los principios de democracia, equidad y ciudadanía, respeto a los derechos humanos y a los derechos de los pueblos indígenas.

Para  el desarrollo de la interculturalidad, intervienen las instituciones académicas que se ocupan de la formación de recursos humanos para la educación intercultural bilingüe, entre estas instituciones están las universidades, las organizaciones indígenas, los ministerios de educación y la cooperación técnica internacional. Constituye un punto de correlación, de articulación social entre personas y grupo sociocultural y económicamente diferentes. No trata de desaparecer las diferencias culturales o de formar identidades mezcladas. Pretende una interacción entre la pertenencia y la diferencia, una interacción entre el pasado y el presente.

COMUNICACIÓN
En el aspecto comunicativo, quiero mencionar mi apreciación sobre algunos capítulos del libro  Otro territorio, ensayos sobre el mundo contemporáneo (1996) del sociólogo brasileño Renato Ortiz. En los fragmentos de este texto, el autor cuestiona y hace un paralelo en cuanto a la acepción que se le da a las terminologías de masa y multitud. Se entiende como multitud a un grupo de personas de clase emergente con exigencias de participación política y ciudadana, considerado como un agrupamiento irracional. Por tal, se desprende sus siguientes características: heterogeneidad e individualidad. Lo contrario pasa con la “cultura de masa”, ya que lo que prima es su homogeneidad y nacionalismo. Por esta razón sostiene que su base primordial es el consumismo. De esta manera se puede lograr la estandarización y homogeneidad de las personas, dejando de lado una de las finalidades del mercado-la de socialización-convirtiendo a los usuarios en máquinas imitadoras. Esto no es ajeno a nuestra realidad, de por sí, los efectos de la globalización han profundizado la brecha de la interculturalidad, conllevando al apego y supremacía de una sola cultura, la occidental.

Finalmente, Ortiz hace referencia sobre la globalización, haciendo una crítica en cómo el modernismo y su accionar debilitaron las actividades tradicionales. Es decir, se tiene la percepción de que lo moderno y globalizado es superior a cualquier acto tradicional. Cuando su finalidad debería ser la de reforzar y complementar, sin necesidad de jerarquizar o priorizar otras culturas. Un claro ejemplo se vive en el consumismo. Las prendas de vestir, los alimentos, la música, entre otros objetos o actividades se rigen solo en una sola cultura, provocando que las demás solo estén de exhibición u ornamentación. De esta manera se impone una cultura sobre la otra. Sin mencionar otros supuestos beneficios que traería consigo esta globalización, como las tecnologías y medios de comunicación. Esto debido a que todas las comunidades no la pueden acceder. Al fin y al cabo, es evidente que la esperada globalización ha dado pie a que la brecha aún siga profundizándose.

Es evidente que el lenguaje, la educación y la comunicación son bases fundamentales para lograr la interculturalidad. Por esta razón, se debe profundizar en ellas. No solo pidiendo políticas en el Estado, sino que desde las mínimas acciones que podamos realizar, se puede obtener un cambio de vida para nuestros semejantes, lograr la armonía y estabilidad deseada.

En la medida que seamos conscientes de esta situación podremos avanzar en su práctica  de la interculturalidad como un desafío y un proceso en construcción de una sociedad equilibrada, democrática y armoniosa. Está en nuestras manos contribuir al reconocimiento y revaloración de cada cultura de nuestro país, no es necesario ser educadores para fomentar el aprendizaje. Con solo un acto desde nuestros espacios, podremos lograr un cambio significativo que será beneficioso para el Perú.